Disminución del deseo sexual
¿PORQUÉ ME DISMINUYE EL DESEO SEXUAL CUANDO LLEGO A LA ETAPA DE LA MENOPAUSIA?
“El deseo sexual esta muy relacionado con la calidad de vida de una mujer, y a medida que disminuye la calidad de vida también disminuye el deseo sexual; por tanto, todo aquello que altere nuestra calidad de vida, alterará nuestro deseo sexual”: ésta ha sido la conclusión ha la que hemos llegado en un articulo en el que han participado casi 600 mujeres que he publicado recientemente en una revista internacional “Gynecological-Endocrinology journal”; sin embargo vamos a profundizar un poco más sobre el deseo sexual de las mujeres en la menopausia.
Entre las causas físicas se sabe que a medida que cumplimos años va en aumento la falta de deseo; sin embargo, contrariamente, con el paso de los años, disminuye el estrés que tenemos y por lo tanto la sensación de malestar por esta falta de deseo. Otro factor físico asociado a la falta de deseo, es la menopausia debido a toda la sintomatología acompañante, a la que se suma en muchos casos la disfunción sexual de nuestra pareja sexual (disfunción eréctil si es heterosexual). Hay algunas enfermedades muy comunes que podemos tener que están asociadas al bajo deseo como son el hipotiroidismo, la incontinencia urinaria o la diabetes.
Por otra parte, hay factores psicológicos que influyen mucho en el deseo; es decir, qué actitud tenemos ante la sexualidad, que educación sexual hemos recibido, que experiencias sexuales previas hemos tenido, cual es mi relación de pareja, o que autoestima tengo. Todo esto influirá a lo largo de mi vida en la forma de desear y en la falta de deseo.
Otro gran problema con el deseo sexual es que hay una gran cantidad de fármacos que usamos de manera habitual como los anticonceptivos, los antihistamínicos, algunos antidepresivos o incluso fármacos para la tensión que afectan al deseo sexual; que en muchos casos, se sumaran a los efectos sobre el deseo sexual de la propia enfermedad. Todo esto hace que se altere mi calidad de vida y como decíamos al principio con ello mi deseo sexual. Por lo tanto, hay que intentar mantener nuestra calidad de vida, que en muchos casos esta al alcance de nuestra mano.
Centrándonos en la menopausia, además de los síntomas que nos pueden acompañar como sofocos, insomnio, irritabilidad etc. que disminuyen el deseo sexual; se asocia que, como consecuencia del descenso de hormonas, se produce a nivel del área genital un adelgazamiento de piel y mucosas que implica una disminución de la lubricación; y esto, produce dolor con las relaciones; por lo tanto, ya no queremos tener actividad sexual porque ya no es agradable.
Siguiendo con los obstáculos que tenemos para mejorar el deseo sexual; en el momento actual, no existen fármacos con indicación para tratar el bajo deseo excepto la flibanserina que no está disponible en Europa, pero además tiene unas indicaciones muy especificas de bajo deseo.
Se ha visto que algunas terapias naturales como la damiana, el tribulus, la maca o el ginkgo biloba entre otras pueden usarse de forma individualizada para aumentar el deseo sexual, pero con resultados modestos; también tenemos la terapia hormonal de la menopausia oral y vaginal que al aumentar nuestra calidad de vida y mejorar la calidad de la vagina puede aumentar a su vez nuestro deseo sexual o también el Ospemifeno que en una de sus acciones sobre le vestíbulo vulvar mejora la sensación placentera con la actividad sexual. Donde sí hay que hacer mas esfuerzo es en los aspectos cognitivos, tanto personales como de pareja; es decir, pensar en como es mi relación de pareja, usar terapias cognitivo – conductuales para mejorar las distorsiones cognitivas que tengamos (pensamientos no reales que tenemos en relación con la actividad sexual), o incluso mindfullness; en resumen, terapias mas orientadas a favorecer un cambio en los aspectos cognitivos/psicosociales que tenemos.
Por lo tanto, en todos aquellos casos en que después de un correcta historia clínica y pruebas complementarias no se evidencia ningún tipo de patología orgánica (ejemplo sequedad vaginal que produce dolor con las relaciones) el ginecólogo/a debería apoyarse en la ayuda psicológica.
En este caso, tenemos la gran suerte hoy en día, de tener especialistas en este tipo de problemas como son los sexólogos/as; por lo tanto, si tenemos esa posibilidad, deberíamos recurrir a ellos/as; pero solo, a aquellos/as que se encuentren convenientemente formados, pues es una especialidad muy amplia que requiere un proceso muy largo de aprendizaje.
Un abrazo a todas.