– LA VULVA- Conócete a ti misma antes de conocer a tu pareja
Autora: Mª de los Ángeles Leal García
Con la colaboración del grupo GESS AEEM
LA VULVA
A menudo existe cierta confusión sobre la anatomía del aparato reproductor femenino. El tabú que rodea a la sexualidad, especialmente femenina, contribuye al desconcierto sobre qué partes intervienen en las relaciones sexuales y cuál es su función.
Este documento informativo pretende ofrecer unas nociones básicas sobre la anatomía de la vulva y sus funciones en la sexualidad. Léalo con atención y consulte con su médico todas las dudas que le puedan surgir al respecto.
El conocimiento de la anatomía genital es el primer paso para el descubrimiento y exploración de la sexualidad, por una misma o en pareja.
¿A qué nos referimos al hablar de la vulva?
La vulva son los genitales externos de la mujer, es decir, los que pueden verse a simple vista separando los muslos.
Está constituida por los labios mayores, los labios menores, el clítoris, el meato uretral, el vestíbulo de la vagina y glándulas vestibulares como las glándulas de Bartolino.
Por el contrario, los genitales internos son aquellos que no son visibles desde el exterior e incluyen la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios. La descamación periódica de la capa interna o endometrial del útero es lo que da lugar a la menstruación.
Funciones de la vulva:
1. Proteger a los órganos genitales internos de agentes infecciosos.
2. Proporcionar lubricación y placer sexual.
Su alta concentración de terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos convierten a la vulva en una zona corporal muy sensible y, por tanto, directamente relacionada con la excitación y el placer.
CLÍTORIS
El clítoris es el órgano del placer sexual femenino por excelencia. Su única función es percibir sensaciones eróticas siendo extremadamente sensible al tacto, presión y temperatura.
Situado por debajo del monte de Venus, es mucho más grande de lo que imaginas pudiendo medir entre 10 y13 centímetros. Lo que
podemos ver cuando nos miramos con un espejo, es sólo una pequeña parte llamada glande recubierta por un capuchón protector similar a lo que ocurre con el glande del pene, pero en menores dimensiones. El resto del clítoris se prolonga en profundidad hacia la vagina y hacia los labios mayores, de modo que podemos obtener sensaciones placenteras cuando acariciamos directamente el glande o cualquiera de las áreas por donde se extiende el clítoris.
LABIOS MAYORES
Corresponden a dos pliegues de tejido graso cubiertos de piel y vello que suelen confluir en el centro cubriendo así el orificio urinario y vaginal, para protegerlos de agentes externos.
LABIOS MENORES
Son 2 pliegues de piel muy fina y sensible, carentes de vello, que se juntan por encima del clítoris, formando el capuchón protector que lo recubre. En la parte inferior de los labios menores, cerca de la entrada de la vagina, se sitúan las glándulas de Bartolino, responsables en gran medida de la lubricación genital durante la excitación sexual y también conocidas por ser un lugar no infrecuente de patologías como quistes o abscesos.
¡Hay muchos tipos diferentes de vulvas!
Pueden diferenciarse en el tono de la piel, la cantidad de vello, el tamaño o grosor de los labios…pero ninguna vulva es mejor que otra, simplemente reflejan la diversidad natural del cuerpo humano al igual que ocurre en tantas otras zonas corporales como los pechos, la nariz o los ojos.
El tamaño y la forma de la vulva no guardan relación con el grado de placer sexual experimentado por la mujer. Por tanto, cualquier vulva es capaz de proporcionar y recibir placer.
La apariencia de los genitales externos a menudo supone una fuente de inseguridades y complejos entre las mujeres, llegando a consideran que sus genitales son raros o feos. Estos prejuicios derivan de la idea errónea, pero muy extendida, de que hay un “canon de belleza ideal de la vulva”. Este concepto dista mucho de la realidad, siendo cada vulva única al igual que lo es cada mujer.
Es recomendable que observes tus genitales externos con ayuda de un espejo para identificar las diferentes partes que lo componen. Así, favorecerás tu autoconocimiento y te permitirá disfrutar más de la sexualidad. ¡Estarás encantada de conocerte!